“Hacer la Plancha”: Significado, Contexto y Ejemplos de Uso de una Clásica Expresión Argentina
Entre las expresiones más comunes y pintorescas del lunfardo argentino, “hacer la plancha” tiene un lugar especial. Esta frase no solo refleja una actitud particular hacia ciertas situaciones, sino que también carga con el ingenio típico y la creatividad del habla cotidiana en Argentina. Si sos argentino, seguro la escuchaste (y hasta la usaste) más de una vez, y si no, este es el lugar ideal para entenderla a fondo.
En esta nota vamos a desglosar su significado, ver su origen y, por supuesto, compartir ejemplos de uso que reflejan cómo los argentinos la incorporamos en nuestro día a día.
¿Qué significa “Hacer la Plancha”?
En el sentido literal, “hacer la plancha” se refiere a la postura que tomamos en el agua cuando flotamos boca arriba sin movernos, dejando que el cuerpo se mantenga en la superficie de manera relajada y despreocupada. Pero, como buena expresión lunfarda, esta frase se usa en Argentina para señalar algo mucho más interesante que simplemente flotar.
Hacer la plancha significa, en términos figurativos, no hacer nada, o evitar hacer algún esfuerzo o tarea que deberíamos estar haciendo. Es quedarse en un estado de comodidad, evitando cualquier tipo de movimiento que implique esfuerzo. La frase también puede tener una connotación de “hacerse el distraído” o “no intervenir” en una situación que, en principio, requiere atención o participación.
Por ejemplo, si alguien en el trabajo está “haciendo la plancha”, significa que está evitando tomar responsabilidades o realizar tareas y, en cambio, está dejando que el tiempo pase sin esforzarse mucho.
Origen y Contexto de la Expresión
Aunque no se sabe con certeza el origen exacto de la expresión, “hacer la plancha” parece haber surgido de la actividad acuática en la que el cuerpo se mantiene flotando, sin hundirse ni moverse activamente. Esta imagen transmite la sensación de estar relajado, dejando que las cosas fluyan sin poner resistencia ni esfuerzo.
La expresión se popularizó en Argentina y se volvió particularmente común en los contextos de trabajo, estudio y, en general, en cualquier situación en la que alguien podría estar evitando responsabilidades. Es una forma un poco humorística y algo irónica de describir una actitud despreocupada o evasiva, ya que remite a alguien que se mantiene “a flote” sin realmente hacer nada.
Ejemplos de Uso de “Hacer la Plancha”
Para entender mejor cómo y cuándo se usa “hacer la plancha” en la vida cotidiana argentina, veamos algunos ejemplos de conversación que muestran sus distintos matices y contextos.
1. En el Trabajo
María: “Che, ¿viste a Juan? Desde que empezó el proyecto, está haciendo la plancha. Ni se preocupa por ayudar al equipo.”
Facundo: “Sí, siempre hace lo mismo, el tipo espera que los demás hagan todo. Yo ya me cansé de remar por él.”
En este contexto, Juan está “haciendo la plancha” en el trabajo, es decir, no está colaborando con el equipo y evita asumir cualquier responsabilidad. María y Facundo sienten que tienen que cargar con el trabajo que él debería hacer.
2. En la Universidad
Lucas: “Mirá a Julián… hace tres semanas que está haciendo la plancha con la entrega del proyecto. Se la pasa en el bar mientras nosotros rompemos la cabeza para terminar.”
Rocío: “Total, sabe que igual lo vamos a incluir en el trabajo. No le importa, él sigue como si nada.”
Aquí vemos un uso común de la expresión entre estudiantes. Julián está “haciendo la plancha” al evitar su responsabilidad en el trabajo en grupo, sabiendo que sus compañeros igual lo incluirán en el proyecto.
3. En la Vida Cotidiana
Carolina: “Hace rato que no veo a Mario buscando laburo… ¿No estaba preocupado por conseguir algo?”
Tomás: “Sí, decía que estaba desesperado, pero ahora está haciendo la plancha. Se queda en casa todo el día viendo series.”
Acá, Mario dice estar preocupado por su situación laboral, pero en lugar de buscar activamente trabajo, se está quedando en casa, sin hacer mucho al respecto. “Hacer la plancha” en este caso señala la falta de acción ante una situación que, en principio, requeriría esfuerzo.
¿Cuándo Usar (y No Usar) “Hacer la Plancha”?
Es importante notar que “hacer la plancha” se usa con una carga humorística o de crítica leve, y no siempre es una expresión que implique condena o juicio fuerte. Muchas veces, decir que alguien está “haciendo la plancha” puede ser un comentario casual o hasta amistoso, simplemente señalando una actitud relajada o despreocupada.
Sin embargo, en algunos casos, puede tener una connotación negativa, sobre todo en el ámbito laboral o académico, donde se espera una mayor responsabilidad. En estos contextos, hacer la plancha implica que la persona está eludiendo su deber y dejando que otros hagan el trabajo. Es importante, entonces, saber leer el contexto y el tono de quien lo dice para entender si se trata de un comentario cómico o de una crítica.
La Actitud Argentina y el Encanto de “Hacer la Plancha”
La expresión “hacer la plancha” es también una muestra de la idiosincrasia argentina, que tiende a valorar el ingenio, la picardía y, en algunos casos, la capacidad de tomarse las cosas con calma y evitar el estrés. En el fondo, la frase también refleja un aspecto cultural: la habilidad para navegar las obligaciones con una cuota de distensión, sin tomarse todo demasiado en serio.
Por supuesto, no siempre es recomendable hacer la plancha en situaciones que requieren compromiso o esfuerzo, pero la expresión nos recuerda que, a veces, es posible adoptar una postura más relajada sin necesariamente perder de vista nuestras metas. Como en muchas otras frases del lunfardo argentino, “hacer la plancha” nos permite ver la realidad con una mezcla de humor y realismo.
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